
No hay que dar voces (2022)
Surgió como un encargo de Aina Mercader, comisaria de Volaverunt, una exposición que reunía todos los grabados de Goya. El formato implicaba la participación de artistas de distintas disciplinas, como Irene Solà, Anna Dot y Marcos Prior. El estreno fue en Mataró en 2022 y luego hubo funciones en Santa Coloma de Gramenet y Sant Cugat. El objetivo era de cierto modo “engordar” un posible recorrido de la exposición, apelando a situaciones poéticas que bordeaban entre la realidad y la ficción generando, así, un limbo para el público.
Repercusión
Poderoso visionario / raro ingenio temerario / por ti enciendo mi incensario.
Rubén Darío










